30 de diciembre de 2010

Hasta nunca año 2010

Quizá me llamen loco; tal vez lo sea, pero a mi me resbala mas que a Fidel Castro las escaleras.

Después de este breve y "estupendoso" preámbulo voy a dedicarle unas palabras a este, tan especial año 2010:

Para empezar podemos remarcar este año como el año de la fatal revolución de las "Blacberris" cuya única misión es lobotomizar las mentes de sus portadores, entre ellos mucha gente inocente. La manera mas fácil de evitar esta situación es la siguiente:
- Hola!, ¿qué tal todo?
- ....bien supongo....
- Oye me das tu pin de la "blacberri" (dando por sentado que es imposible que no tengas blacberri)
- Si, es.. BBete a freír esparragos trigueros!, ¡nunca me uniré a vosotros! (a lo que huyes sin mirar atrás)....

Para seguir digamos como no, que este año ha sido un año de contrastes: He sido feliz; he sido infeliz; he estado agobiado; no he estado agobiado. En resumen he hecho bastante lo que me ha dado la gana, con algunas restricciones claro.
Pero sobretodo este año he tenido un cambio de perspectiva total hacia la vida y el futuro que me espera, descubriendo nuevos senderos hacia lo desconocido.

Para resumir creo que no he dicho gran cosa, pero os doy un consejo, aparte de lo de la "blacberri"( NO HABLEIS COSAS SERIAS DE VERDAD POR LA "BLACBERRI"/"TUENTI" o acabareis siendo unos cobardes cuando tengáis que hacerlo cara a cara), todos los problemas que hayáis podido tener con la gente o la vida en general, y que tengan solución, arreglarlos de la manera mas pacífica posible y sin complicaros mucho, pues se sale mucho mejor parado de ellos. Por ejemplo en las carreras de coches,a la hora de sortear las curvas sale con más aceleración aquel que frenó a tiempo y lo justo como para no salirse de la curva o para quedarse atascado en ella, es decir con precisión y sangre fría.

Ahora no os deseo un feliz año 2011, sino que deseo que hayáis tenido un estupendo año 2010, pues conocemos el año 2010 y no el 2011.

PD: El año que viene volveremos con sorpresas!

24 de diciembre de 2010

Ella

Era el manantial del que bebían mis sueños, la esperanza que silenciaba las heridas y enfurecía la sangre, era una fantasía de marfil entre pétalos que llenaba la inspiración del sediento, inflamaba el sueño del insomne y la calma del atormentado.

Era el deseo cabalgando sobre la sombra de su figura, era el fuego que la arropaba y el bello destello de su rubor.

Era el impacto de su presencia, eran los golpes de mi conciencia pugnando por recoger las cercanas pulsiones de su sentir. Era su ser, en mi mirada y en mi recuerdo.

Era luces y sombras en una noche de carnaval, era aquel secreto del tiempo, era las cadencias de los sentidos y el sonido del silencio. Era todo aquello que no puedo escribir.

Era...

23 de diciembre de 2010

¿Navidad?

Antes de todo y después de nada, a todos vosotros; si, esos 2 o 3 que se meten aquí de rebote mientras vegetan en frente del ordenador: os deseo felices navidades.

La verdad es que desde hace mas de un año las navidades no son mas felices que otros días del año, es una escusa para ver a la familia y atiborrarnos a comida, y encima muchos de nosotros tenemos que estudiar como nunca antes en todo el cuatrimestre.

Hace frío...Como odio las películas, nos hacen falsas esperanzas de navidades distintas y alegres, donde todo sale bien. Todos son bellos y vanidosos en sus reuniones familiares eroticofestivas. Definitivamente también odio las películas de amor que terminan con perdices y felices. Todas están tapadas con un velo de falsedad e invención mágicaestupida, para dar a esas gentes débiles un hilo de esperanza en sus cutres vidas.

Por eso os doy un consejo, no es creáis nada del cine, ni intentéis aprender nada de ello. Cuando llevas mas de 3 horas frente al ordenador, te das cuenta lo improductible y me apeno de mi mismo. ¡Qué haces con tu vida!, apaga el ordenador y pírate, busca tus propias experiencias de las que aprender.

22 de diciembre de 2010

Artwork

Frank Black


Comienzo este escrito a la par que culmino esta gran serie que se termina de asentar como una de mis predilectas por multitud de razones, entre las que se encuentra su calidad estética (planos oportunos que junto a las justas luces ayudan a crear una atmósfera tensa y lúgubre), su solidez argumental (con excepciones que le costaron su audiencia) y la intensa profundidad que se alcanza en algunos capítulos.

Pero es a su protagonista, Frank Black, a quien van dirigidas estas palabras. De todos los hijos del Séptimo Arte, mayores y menores, es este personaje uno de los que más interés y simpatía me despierta.

Dijo Carter que quería para Black una calidad heroica y masculina muy reservada, y esa reserva es la clave de la gran fuerza del personaje. Su reserva alumbra una pausada pero intensa presencia.

Su vida está marcada por el don que ostenta, el de meterse en la mente del asesino, del malvado, del poseído. Vive en una intimidad continua con el mal siendo él un hombre bueno, honrado y noble pero en ningún momento sucumbe a él. Es lo maravilloso de Frank Black, vive el mal como si él lo cobijara, lo experimenta, pero lejos de vencerse a él utiliza esa experiencia para combatirlo sin descanso, pero profundamente cansado. El mal le cansa, le desgasta, le consume, pero nunca, nunca le conquista. Su nobleza humilde es mucho más poderosa que sus horribles visiones.

Profundamente serio, sólo sonríe sobre la inocencia de su hija o bajo la ternura de su mujer, que le es arrebatada. Parece inexpresivo, pero sus silencios están cargados de un talante estoico y valiente, prudente y sabio.
El personaje de una gran persona, muy humano, íntegro y verosímil(hay personajes muy poco creíbles, grotescos).

La serie no llegó a terminarse (faltó la cuarta y última temporada), pero no es necesario para saber como continuaría combatiendo y conviviendo el mal Frank Black, con su cansada y diáfana mirada, prestando sus ojos al mal y consagrando su corazón al bien.

15 de diciembre de 2010

Ya tocaba



Imagina por un momento que ya tienes la vida resuelta: Sabes en lo que vas a trabajar de mayor, tu sueldo; conoces a la persona con la que sabes que te vas a compartir la vida; sabes el número años que quieres vivir... En resumen, as fabricado los cimientos de tu vida y tienes los planos hasta el último piso. En este momento, la vida ,si sigue su curso escrito, te deparará escasas sorpresas pero tendrás pocas preocupaciones y un objetivo a seguir, lo cual es muy importante para no divagar o merodear con el escaso tiempo que nos queda.

Un día tranquilamente, viviendo en el quinto piso de tu edificio, notas que algo no va bien, las paredes comienzan a temblar y no sabes porque esta sucediendo esto. El suelo comienza a quebrarse, y se abre una enorme grieta. En el último instante uno de los pilares centrales que sujetan tu construcción se derrumba, y con ello toda la estructura que habías diseñado. Entonces ahí estas tú, entre los escombros. Te sientes dolorido por todo lo que se te ha venido encima. Luchas por salir, pero las magulladuras te lo impiden. Al cabo de un tiempo, a la desesperada logras salir.

Aún con la visión borrosa, caminas unos cuantos pasos hacia atrás, te sientas, dejas reposar todo lo sucedido, calmas el shock. Mirando las ruinas detenidamente, te das cuenta, que podría ser que ese edificio no era tan sólido como tu pensabas, que en realidad no te gustaba tanto como habías podido imaginar. Por un instante apartas la mirada del pasado y ves todo un campo libre y llano. Este es el momento de seguir hacia delante y delimitar una nueva parcela. Tal vez me guardaré los planos de mi antiguo edificio, pero por ahora voy a construir un pequeño apartamento con vistas a un nuevo futuro incierto y emocionante.

3 de diciembre de 2010

Desde la luna.

Dicen (aunque sea mentira), que la muralla china es la única construcción humana que es visible desde la luna.

Me pregunto cómo se vería este mundo desde la luna si, por unos segundos como horas, le pidiéramos permiso a la gravedad para zafarnos de su constante abrazo. Si el olvido fuera un amigo que acudiera a nuestra llamada liberándonos del deber, del recuerdo, del dolor, de la culpa y hasta del conocimiento.

Entonces saltaríamos con una última caricia a nuestro camino viendo como poco a poco las cosas que nos eran muy grandes se iban haciendo cada vez más pequeñas, veríamos como con el torcer del enhiesto cuello alcanzaríamos a ver tierras cuya visión nos hubiera costado varios kilómetros de andanzas. Entenderíamos, que las nubes están hechas de las lágrimas de los condenados y que el Arco Iris es el regalo de su absolución.

Cruzaríamos la capa de ozono de la estratosfera sin pensar siquiera por un instante en el proceso de Ozonólisis que genera la molécula que nos protege de los rayos ultravioleta nocivos para nuestra piel hasta extremos desoxirribonucleicos.
Más ligeros que el vacío estelar continuaríamos por juego de densidades por una atmósfera cada vez más ausente hacia una ionosfera violenta sintiendo el ligero cosquilleo de las emisiones electromagnéticas.

Finalmente, flotaríamos alejándonos con profunda calma sin oxígeno alguno que nos oxidara, como con una última inspiración duradera, inofensiva y pura. Quizás quedáramos allí indefinidamente siguiendo un recorrido requerido en un vuelo grácil bajo el sueño hipnótico de la ingravidez, o bien despertáramos guiados por el aroma gravitatorio del Astro Madre hacia las ilusiones de una misteriosa y etérea verdad.

Aquí nos encontramos, sentados en los sueños nocturnos de muchas noches de verano, observándonos a nosotros mismos con mirada nívea y diáfana, antigua y gélida.

Dicen (aunque sea mentira), que veríamos la muralla china.

2 de diciembre de 2010

El undécimo mandamiento

Leyendo el blog de genciencia, he encontrado algo que quisiera que leyese mas gente. Esta dentro de una argumentación a la pregunta "¿Cuál es la receta para cambiar el mundo?":

Aprenderás, dudarás de todo, sobre todo de quienes dicen saber la verdad, y también dudarás de ti mismo y del resto de los diez Mandamientos. Y si alguien dice que lo que crees es falso o es peligroso, desearás con toda tu alma que te expliquen la razón, para no desperdiciar ni un minuto más en ello.

1 de diciembre de 2010

Volar, a mi manera.

He empezado este escrito unas cuantas veces, tantas como no lo he terminado, porque a mi parecer carecía de estatura para una cuestión tan elevada. Pero hoy lo sellaré, nacido de improviso en una noche fría de Diciembre, porque de improviso hablaré sólo yo. A veces, los dioses no susurran.
Por mi sombra que destierro al sueño hasta que tenga algo que ofrecerle.

Volar es despedir la Tierra para abrazar el Cielo, patria para los que saben danzar con el viento o cruzar los tiempos.
Es dádiva transparente de bello fondo a las miles de luces que cantan en la noche oscura pugnando por marcar nuestras huellas.Porque estoy seguro de que la última mirada del sabio Tales la dirigió a su tumba eterna y, sin embargo, su criada lloró de risa.

Tengo en la tarde de un sueño caminantes errantes que tenían su corazón nutrido por la llama del dragón. Nadie supo si aquellos hombres eran dragones o aquellos dragones hombres.Lo bello, lo sublime, es que podían volar.

Amaban al Sol y el Sol los amó, porque ellos lo amaban. Se inclinaron ante él y su fuego los devoró, porque ellos se inclinaron. Y en el fuego volvieron a crecer sus sombras en su antigua aurora.

El bramido que clama por la verdad de una ausencia y proclama tal vacío como el de un aposento con el suelo más alto que el techo.

Las palabras siguen su baile, tras la música que busca el camino, la lacrimosa del Réquiem, como el perro de Mozart, firme ante la lluvia.

Sólo los colmillos podrán quebrar el cascarón, sólo las escamas podrán acariciar la lluvia violenta, sólo la mirada sabia podrá atisbar el camino y el alma en guerra de paz, encontrar la fuerza, grandeza y nobleza requeridas para liberar del sueño. El peso es el culpable de nuestro ostracismo.