Abortaran las montañas por los siglos de los vientos a un polvo abierto que inspiro en la tragedia. Porque sobre el fuego de mi memoria regresas siempre a mi amor destello de una alarmada conciencia que a nado y nada decide tu alabanza. Me arrancaron de tu mano las distancias, el hilo opresor del silencio que hoy me ahorca. No debí dejar de anunciar que en toda mi vida te presiento que el sol tremendo me desliza las trazas de tu sonrisa de ojos entrecerrados. Que no terminaste solo, que todos los días de mi vida te he soñado. Viejo de luz niño de todos YO, brindo por ti en la noche por la aurora Mecen tus fibras aladas la gracia de mi esperanza tu paz lograda. Qué la paz sea contigo Sadi Heroabadi.
15 de febrero de 2015
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