29 de abril de 2010

El hombre del tren.

¿Qué se le pasará por la mente a aquel anciano al final del vagón?

Viajando por las vías paralelas,
con gesto firme,
Atento al firmamento.

Recordando anécdotas de su vida,
vida mas cerca del ocaso.

Cara de sufridor, cicatrices de
una vida complicada, pero
satisfactoria, aun sigue aquí.

Lo mas curioso, viste unas zapatillas converse altas, debió haber sido un vividor de resquicios de ello en su espíritu.
Si me encontrase en su situación, lo que me preguntaría, día tras día:
¿ He aprovechado el tiempo, mi vida?, ¿ A dónde voy?, ¿De dónde vengo? y sobretodo ¿ He tenido relevancia, como insignificante persona, de esta realidad.

Esto es duro de admitir, que individualmente es realmente difícil cambiar algo de la cadena vital que mueve en mundo, por eso lo único que puedes hacer es por tí y por los cercanos que te rodean, eso sí, si te ves capaz de cambiar el mundo, la burbuja en la que vivimos, no dudes ni un momento, porque lo más sorprendente del hombre es su voluntad, y la pérdida del instinto de supervivencia por algo mucho mas importante, nuestro objetivo en la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario