11 de enero de 2014

Cruz de Jerusalén.

El invierno comienza cuando los días vuelven a crecer.

El árbol no muere, espera. (Hesse).

Amo las cuatro estaciones, las veo todos los días, llevo su insignia muy cerca del corazón y me alimento de sus colores.

Te juró que cuando cantas hasta los árboles se emocionan con pureza apasionada, se deslizan entre sus hojas el escarlata de los arces, el amarillo de los álamos, las llamaradas de los hayedos, toda la furia del otoño amanece ante la puerta de tu voz para instar al alma a proclamar tu belleza.

Cuando se escucha a un niño reír a carcajada limpia con los ojos cerrados y la alegría alerta, una primavera estalla en uno de esos lugares donde nadie escucha. Como un jardín de innúmeras flores blancas que al roce con la lluvia de tormenta se tiñen del rojo más vivo. Es el desvelo de un impulso desnudo de la vida renovándose, es reflejo de primavera.

Cuando delineo en las sombras, las trayectorias desnudas de tu silueta, explorando poseído por pasión amante los signos de tu placer, hay verano. Entro en el fuego descubriendo extasiado que arde sin quemar y ondea como sangre de libertad, confundiendo nuestras diferencias. Entro en el fuego y se vuelve verde, morado, rojo, naranja, como cada fruto que recibo de tu amor, para alimentarme y dejar semilla a nuevos sentidos y sueños.

Cuando escribo estas líneas las nieves visten las cumbres más altas de Madrid, donde pude amar, morir y respirar. Cuando escribo estas letras, sé que es invierno y que mañana la noche será más corta, que la vida es un ritmo de ciclos, que siempre se puede volver a empezar y elegir terminar, ver los colores de las estaciones en cada instante bello, intenso y revelador de la vida y unir los cuatro caminos del mundo en el de tu corazón.

2 comentarios:

  1. Esta noche me tomaré una pizza cuatro estaciones a tu salud. Un texto muy inspirador mi amigo!

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  2. He de decir que lo vi en el FB antes que aquí y que le di a Like, aunque no comenté, me quedé con las ganas. Por eso aprovecho para hacerlo por aquí :) Bonita metáfora hamijo, me has sacado una sonrisa al mirar por la ventana el día nublado :D

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