Seguramente habréis oído más
de una vez en vuestra vida la famosa expresión “pasar página”. “Hay que pasar
página” te suelen decir sabias voces a tu alrededor, voces que desconocen las
tormentas que te azotan, sea cual sea su origen o motivo. A los consejeros de
sugerencia fácil, y a los escépticos de opiniones ajenas, me gustaría dedicaros
esta entrada.
Como ya dije en cierta
ocasión, todos escribimos nuestra propia historia. Segundo a segundo vamos
completando la crónica de nuestra vida, de una forma única e irrevocable. Aunque
no nos guste lo que escribimos, no podemos parar, y no existe típex o corrector
que anule lo que nos sucede y va quedando en la memoria.
Siguiendo un poco con el símil
de la literatura y la vida, no puedo más que resaltar el hecho de que a veces
escribimos con trazo fino, y otras de forma más fuerte e intensa. La primera no
deja marca alguna, mientras que la segunda traspasa irremediablemente los
siguientes folios, que quedarán llenos de surcos totalmente legibles, para
mayor desgracia del que desea seguir adelante, del que desea pasar página. Las hojas más próximas al
acontecimiento del que queramos alejarnos serán las más difíciles de escribir,
pues todavía se podrá leer con demasiada claridad lo que había detrás, y todo
será confuso y caótico, pues no existe mayor anhelo que el poder continuar la
narración sin que ésta se vea afectada por los Hechos previos.
Sin embargo, por muy
frustrante que parezca en un principio, las marcas se irán haciendo cada vez más débiles, y página a página, será más difícil distinguirlas de entre
las nuevas líneas. De forma natural, la estela que ahora contemples será la
viva imagen de tu Historia reciente, y en el caso de que hayas vuelto al trazo
fino, una flamante marea blanca e impoluta estará esperándote, impaciente de
que plasmes en ella con viva tinta lo que está por venir.
Así que, agnósticos del
consejo ajeno (entre los que me incluyo a veces), hoy me paso al otro lado y os
digo: aunque creáis desesperar, aunque parezca que el Relato no avanza, escribid mucho, escribid fuerte, y vivid, que a fin de cuentas es a lo que hemos venido todos.
Cuando no puedas pasar pagina, chsss, cambia de libreta!
ResponderEliminarAHHHHHH eso no se puede hacer, hereje!! XD (vale, igual si, y me habria ahorrado la entrada con un simple: COMPRAD UN MOLESKINE!! XD)
ResponderEliminarBuena reflexión.
ResponderEliminarSobre los consejeros de la sugerencia fácil que encuentran simple y clara cualquier situación, siempre inclinada a una sonrisa ortopédica inmotivada, les tiraba yo a la cara un gato de la suerte con las uñas afiladas.
ResponderEliminarMe gusta la idea de que la perseverancia y entusiasmo en lo que vivimos, es lo que más nos aleja de los surcos que pretendieron deprimir el relieve de nuestra historia. Es una metáfora brillante de la inercia emocional y como se abre, limpia, ante experiencias que elegimos y dirigimos. De como no es esa triste cicatriz que absorbe la tinta que reservamos para futuras historias, sino una herida que cierra con la nueva vida...página a página, la blancura del presente estrenado nos abraza hacia nuevos horizontes.