22 de septiembre de 2014

Senda o no senda

        Piensa en esa sensación, cuando te encuentras merodeando por un bosque. Sigues un camino ya escrito por los pies de los centenares que antes pasaron por ese mismo lugar. Te sientes cómodo, confías en que no te perderás pues no hay mas que seguir esa senda, esa línea de la que es imposible salirse.


       Siempre y cuando te encuentres caminando por aquel trazado de confianza sentirás que todo va bien, puedes despreocupar tu mente y por un momento cerrar los ojos reescribiendo las pisadas.

       Como ya habrás imaginado querido lector, nuestro caminante, al cerrar los ojos, al confiarse demasiado, al pensar que con sólo seguir el camino basta, llega a un punto en el que se pierde. Sus pisadas se salieron de la senda y ahora se encuentra perdido; perdido sin un rumbo que seguir, sin ningún trazado que reimprimir.

        Después de dar vueltas por el bosque desconociendo si en algún momento encontrará otra senda que le lleve, tras resignarse y pensar en lo fácil que era seguir aquel precioso camino en el que su mente no necesitaba guiar su cuerpo. Tras esos momentos de angustia nuestro des-encontrado caminante empieza a utilizar el coco.

      Esa senda maravillosa no siempre estuvo ahí, lo mas probable es que alguien semejante, alguien perdido y desesperado tal y cómo el, comenzará a caminar sin importarle encontrar otro camino. Tal vez ese otro fue quién marco el terreno para que muchos pudieran llegar al mismo sitio.

      Puede que nuestro caminante favorito nunca encuentre la senda de la que partió, pero os aseguro que llegará a su destino bosque a través.

1 comentario:

  1. Bonita entrada. Y sobretodo: bonita foto.

    La pregunta realmente aquí es: ¿eres de los que les gusta andar por donde lo hacen los demás, o prefieres ser el aventurero inconformista que se crea su propio recorrido?

    A veces solo llegas a saber la respuesta una vez que te pierdes.

    Bonita entrada. Bonita reflexión. Bonita foto.

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