Me entra la risa flamenca con aquellas personas que viven manipulando los deseos de los demás. Porque cuando al fin lo consiguen, se suben al sitio más alto que encuentran (pongamos que un taburete), y con el ánimo más triunfal gritan con pasión: ¡Vencí! Tras lo cual se vuelven a bajar con las manos vacías y una vaga sensación de que no tienen ni puta idea de lo que es la vida.
Palabras llanas, llenas de significado.
ResponderEliminarQué bonito! Me gusta la entrada y el blog en general! :)
ResponderEliminarLo vuelvo a leer, y es que me entra la risa y las ganas de decirte: OLÉ!
ResponderEliminar