2 de febrero de 2013

Amándolo

Se me rompió la vida en el paseo

desde la trampa atroz que siempre sueño

transmutó la sombra terca del irredento

aliento alado que nunca y siempre era

Nací con diez mil palabras desconocidas

y el sino del cangrejo roto que descamina

Llegué pronto, llegué tarde y solo el mundo

me acunaba

Rendí a la sombra, seguí la estrella y la vi

desnuda

en pura música.

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Yo no soy un hombre

(Yo) no soy un Dios

soy una antigua imagen de la nada

de eterno laberinto

que nunca dice adiós.

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