29 de noviembre de 2015
26 de septiembre de 2015
Aunando letras
14 de septiembre de 2015
Notas a un futuro yo 3
No sé si he tenido la suerte o la desgracia de ir olvidando todas las penurias que me han sucedido a lo largo de la vida. El caso es que para reclamar esos recuerdos y liberarme necesito acceso a partes de mi mente que he sellado a cal y canto, y no encuentro las llaves.
Sin embargo ayer, venido de la nada, recordé un sólo pensamiento que solía tener. Cuando me encontraba apaleada y humillada en el suelo, recuerdo que siempre solía gritar tu nombre en mi cabeza, implorando tu abrazo y tu protección. Nunca llegaban. Me hallaba sola ante aquel coloso, y sólo me quedaba aguantar hasta que el diluvio pasara. Nunca viniste a cubrirme, ni detuviste su látigo relampagueante de menosprecios y desaprobaciones. La mayoría de las veces te sumabas, azuzando aún más aquella mano endemoniada.
Recuerdo que se me desgarraba el alma mientras te llamaba en mi cabeza, a gritos desesperados. Ayer volví a reclamar aquella letanía, me salió de los adentros como un acto reflejo. Y me di cuenta, una vez más, de lo sola que estaba. De que no vendrías a darme tu abrazo. De la orfandad en la que me encuentro, despegada de tu cariño, sin reconocer en ti lo que por natutaleza eres.
Me duele escribir estas líneas. Pero necesito recordar que ese momento existió. Ese grito de auxilio. Un hilo más del que tirar.
7 de septiembre de 2015
Notas a un futuro yo 2
cómo hallé la aguja en el pajar, pero de momento sigo de fango hasta el cuello.
4 de septiembre de 2015
Notas a un futuro yo
5 de junio de 2015
4 de junio de 2015
30 de marzo de 2015
Hemos venido a jugar
20 de marzo de 2015
Soga de serpìentes
15 de marzo de 2015
Autoconsumo
9 de marzo de 2015
Rosa amarilla
15 de febrero de 2015
Abortaran las montañas por los siglos de los vientos a un polvo abierto que inspiro en la tragedia. Porque sobre el fuego de mi memoria regresas siempre a mi amor destello de una alarmada conciencia que a nado y nada decide tu alabanza. Me arrancaron de tu mano las distancias, el hilo opresor del silencio que hoy me ahorca. No debí dejar de anunciar que en toda mi vida te presiento que el sol tremendo me desliza las trazas de tu sonrisa de ojos entrecerrados. Que no terminaste solo, que todos los días de mi vida te he soñado. Viejo de luz niño de todos YO, brindo por ti en la noche por la aurora Mecen tus fibras aladas la gracia de mi esperanza tu paz lograda. Qué la paz sea contigo Sadi Heroabadi.